
El poeta Ricardo Offenbach nació
en Montevideo en 1904, aunque siempre se consideró a sí mismo un porteño de
raza. Su familia se mudó a Buenos Aires en 1914, por lo que sus recuerdos del hermano
país oriental se limitaron a su temprana niñez y a algún que otro viaje breve siendo
ya mayor. Sin embargo, y con un inexplicable ocultamiento que solo puede
justificarse en algún inconveniente familiar, Offenbach siempre se presentó
como argentino. Pocos rastros quedan de su origen uruguayo más que cierta
documentación en migraciones y alguna correspondencia de sus padres enviada en
el breve período de exilio interno que los obligó a mudarse a Córdoba durante
el golpe de Aramburu. Juan Manuel Offenbach, su padre, empleado en la Oficina
Postal de Buenos Aires, era un anarquista extrañamente devenido en fervoroso
radical, que resistió el golpe de estado hasta que las amenazas que recibía en
su trabajo comenzaron a proyectar sombras reales. Con acierto optó por el cuidado
de su familia y se mudó a Altagracia, donde viviría hasta su muerte pese a los
constantes intentos de Ricardo de llevarlo consigo a la capital durante su
vejez.